martes, 20 de octubre de 2009

Hoy entro a la escuela (cagadísima hasta las patas porque la vieja de Geografía nos tomaba oral y yo no sabía ni H) y entre todos los discursos que dan después de subir la bandera, escucho a la secretaria diciendo que falta un mes y medio para terminar. ¡Un mes y medio! Yo no lo podía creer. Esa libertad que tanto aprecio la estoy manoseando, prácticamente. :D
Pero después, le descubrí el lado malo a toda esa felicidad... Va a ser un mes y medio internada en mi casa, estudiando como una renegada, violada (?) de tantas pruebas que me van a dar, trabajos prácticos, monografías... Y sobre todo, tener que seguir soportando a la sociedad de mierda que esta ciudad posee; una sociedad que te juzga a cada paso: tener que bancarme que la gente diga estupideces sobre mí (o mis allegados) por ahí... También luchar con las ganas de salir cuando llegue el viernes, y ver arriba de la cama la pila de fotocopias/resumenes/libros/trabajos y... salir igual, obviamente; pero estar en el horno el domingo y, aún con el maquillaje y el aturdimiento de una fiesta, sentarte a estudiar o pegarte a una silla toda una tarde a terminar un trabajo estúpido. También dominar lo que va a ser el stress 'pre 15th bday party': estar todos los días a las corridas... Que el vestido, que la decoración, que la comida, que el salón, que la gente que viene del interior... ¡Todo!


Se solicitan vacaciones...