No, si yo no estoy loca, eh. Bueno, si; capaz que un poco pero tampoco tanto, todavía me queda un poco de cordura en la cabeza.
No, si yo no estoy loca cuando digo de que la sociedad de esta ciudad nunca va a cambiar, siempre va a ser lo mismo. No, que yo no miento cuando digo que no veo las ganas de terminar el secundario y de irme, o de, por lo menos, hacerme una escapadita por ahí.
Hoy me contaron esto y yo casi me muero. Tengo una amiga, C (hagamos como Bells, usemos la primera letra de sus nombres), la cual posee una vida bastante caotica desde la semana pasada: se peleó con el chico que le gusta, una de sus mejroes amigas y otro flaco del curso que es del grupo con el que siempre nos movemos para todos lados. Las causas no cuentan demasiado para lo que quiero expresar, sólo una. Ella se peleó con N -el chico que le gusta- porque ella 'lo había forreado' (mentira, ella dió una opinión y el pendejo este se toma todo a pecho). Entonces, mientras discutían el sábado -o algún día del fin de semana- por chat, él le dijo: Yo le saco el cuero a medio Paraná, pero a vos nunca te dije nada. A veces la gente no me hizo nada pero lo hago igual. Por ejemplo, F -un compañero- yo siempre le digo de todo y él nunca me dijo nada; o sino a Iara...
¿A mí? Ah, bueeeeeeno. Mirá, querido. Yo sé que no soy perfecta pero yo nunca, n u n c a en la vida te hize algo. ¿Y vos, como venís acá, con qué fundamentos venís a decir cosas de mi? ¿Eh? Si nosotros intercambiamos un 'Hola ¿Qué tal? ¿Cómo te va?' y esa -casi siempre- es toda nuestra conversación.
No, si yo no miento cuando digo que la gente tiene tremendo pedo en la cabeza